Tras la publicación de Más allá del bien y del mal* en 1886y
mientras corregía las pruebas de La genealogía de la moral**
a finales del verano de 1887, Nietzsche tomó la decisión de «no
imprimir ninguna cosa más durante una serie de años». Pensaba
dedicarse a elaborar su proyectada obra La voluntad de
poder, a dar, por fin, una exposición detallada de su filosofía.
A Nietzsche le quedaba, en aquel momento, poco más de un
año de vida lúcida.
Sin embargo, pese a sus propósitos, en este último año
Nietzsche dio a la imprenta o dejó preparadas para su impresión
nada menos que seis obras, a saber: El caso Wagner, Crepúsculo
de los ídolos, El Anticristo, Ecce homo, Ditirambos de Dioniso y Nietzsche contra Wagner. El afán de publicar
obras adquiere en los últimos meses de lucidez de Nietzsche tal
precipitación, tal urgencia, que el espectador atento queda
angustiado. ¿Qué había ocurrido en la vida y en el pensamiento
de Nietzsche para que apareciese ese giro tan radical?
En el silencio que Nietzsche se había autoimpuesto, ¿qué representan
esos gritos que son los libros mencionados? Como
veremos: la autodestrucción de sus planes literarios. (Fragmento de la introducción escrita por Andrés Sánchez Pacual).
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