ARISTÓTELES (Wegner Jaeger)


Aristóteles fue el primer pensador que se forjó al mismo tiempo que su filosofía un concepto de su propia posición en la historia; con ello fue el creador de un nuevo género de consciencia filosófica, más responsable e íntimamente complejo. Fue el inventor de la idea de desarrollo intelectual en el tiempo, y vio incluso en su propia obra el resultado de una evolución exclusivamente dependiente de su propia ley. En el curso de su exposición presenta dondequiera sus propias ideas como la consecuencia directa de la crítica de sus predecesores, especialmente de Platón y su escuela. Era, por consiguiente, filosófico y aristotélico, a la vez seguirle en esto, y tratar de entenderle por medio de los
supuestos partiendo de los cuales había construido sus propias teorías. Tales teorías no nos han dado, sin embargo, una visión de la índole individual de su filosofía; lo que no puede sorprender al filólogo, que no está acostumbrado a servirse de los juicios de un escritor acerca de sí mismo como de un documento objetivo, ni sacar de ellos sus patrones de medida. Especialmente inútil resultó juzgar a Aristóteles, como se ha hecho realmente, por su manera de entender a sus predecesores, como si hubiera habido jamás un filósofo capaz de entender a sus predecesores en este sentido. A buen seguro que sólo puede haber un patrón de medida positivo para apreciar la obra personal de Aristóteles, pero no es la forma en que él critica a Platón, sino la forma en que platoniza él mismo (pues tal es lo que significa filosofar para él). (Fragmento del preámbulo de la obra llamada “El problema” escrita por Wegner Jaeger). 

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