LA INVENCIÓN DE LA RETÓRICA (Cicerón)


La primera obra conservada de Cicerón, un juvenil tratado de retórica al que la tradición conoce con el nombre de De inuentione o De inuentione rhetorica, es contemporánea de la Retórica a Herenio, con la que comparte numerosos rasgos y, como ella, atestigua los esfuerzos de los romanos por hacer propia la teoría retórica helenística a finales del siglo 11 y principios del I. Aunque los datos que poseemos sobre esta obra son más abundantes que en el caso de la Retórica a Herenio, cuestiones como la fecha en que fue escrita, las fuentes de las que se sirvió para su redacción, las razones por las que la obra quedó sin terminar y su relación tanto con la retórica de la época como con el resto de la producción retórica de Cicerón quedan aún sin resolver. La idea de redactar un ambicioso tratado retórico, del que sólo llegó a escribir los dos primeros libros dedicados a la inuentio, procede probablemente de la época en que recibía las enseñanzas directas del orador Marco Craso y de los maestros que éste empleaba en su casa, cuando Cicerón contaba entre quince y dieciocho años', época en que también conoció al otro gran orador del momento, Marco Antonio (De orat. 1 2 1, 97). Posiblemente fue en casa de este último donde conoció al rétor ateniense Menedemo, que visitó Roma el año 92 y a cuya influencia se debe el entusiasmo de Cicerón por Demóstenes (De orat. 1 19, 88). (Fragmento de la introducción escrita por Salvador Nuñez). 

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