La inquiry concerning the human Understanding fue
escrita por Hume para superar las limitaciones de su
gran obra filosófica, el Tratado de la Naturaleza Humana.
Para su autor aquélla, que apareció en 1748, es
decir diez años después del primer libro del Treatise,
superaba por razones de estilo y de extensión la primera,
de forma que pudo llegar a escribir en una nota añadida
a una edición posterior: «a partir de ahora, el autor desea
que se considere que sólo los trabajos que se encuentran
a continuación, contienen sus principios y pareceres
filosóficos». «Sólo» significa que se está rechazando la
vigencia del Treatise tan duramente castigado por autores
— como Thomas Reid y James Beattie — «que dirigen toda su artillería contra aquella juvenil obra». Ha sido
frecuente criticar el juicio de Hume porque ciertamente
la obra en la que desarrolla de forma más pormenorizada
sus análisis filosóficos es el Treatise. Sin embargo, a pesar
de los cambios entre una obra y otra, el juicio de
Hume no resulta tan desacertado, sobre todo, en lo que
respecta a la Enquiry, teniendo en cuenta la calidad y
madurez expositiva de la misma, que constituye a mi
juicio una exposición más coherente y mejor presentada
del sistema humeano. Una de las cualidades de la Enquiry, que ha contribuido
a hacer de ella una obra clásica de la historia de la
Filosofía, es el hecho de que permite apreciar con claridad
no sólo las conclusiones de su autor, sino también los
argumentos que conducen a dichas conclusiones. (Fragmento del prólogo escrito por Jaime de Salas Ortueta).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deja tu comentario